El origen de la Fundación Hispano-Cubana
No fue hasta mediados de junio de 1996, cuando se inscribió en el Registro de Fundaciones culturales de competencia Estatal del país europeo. Los artífices de esta fundación catalogada como de interés general y cultural fueron Guillermo Gortazar, Alberto Recarte García, José Antonio San Gil y José Ignacio Salafranca.
El objetivo principal de este organismo es el fomento y la promoción de la democracia y todos los valores de la libertad respecto a todo lo que une a España y Cuba. En este saco podemos meter temas culturales, políticos, relacionados con la educación, con las empresas o cualquier tipo de naturaleza que abarque a estos dos países. Esto se debe a las fuertes relaciones que siempre hay actualmente y que siempre ha habido entre España y Cuba, ya que no hay que olvidar que ambos pueblos compartieron cinco siglos de vida.
Muchos se estarán preguntando qué es lo que hace esta fundación para llegar a cumplir sus objetivos. Como casi todo en esta vida, la organización depende principalmente de sus capacidades económicas y organiza periódicamente eventos, conferencias, seminarios etc. También ha de cumplir con el programa que previamente ha tenido que aprobar el Patronato. Además de los actos didácticos y recreativos que ya hemos comentado, la fundación también concede ayudas económicas con el fin de priorizar estudios y la investigación.
Por otro lado, la Fundación Hispano-Cubana también se ocupa de la edición de material escrito, siempre y cuando se trate de difusión de ideas acordes con sus objetivos. Quiere confeccionar una base de datos que recopile todo lo que engloba a estos dos países. De esta forma, los integrantes que participen de cualquier forma en esta entidad pueden sumergirse más rápidamente en la materia en cuestión. En el siguiente enlace pueden consultar lo que dice el Boletín Oficial del Estado respecto de la fundación.
La administración de la Fundación
En un principio se dotó a la Fundación Hispano-Cubana una cantidad de dos millones de las antiguas pesetas (se ha de tener en cuenta que el primer desembolso requirió ya un millón). Su organización y administración es llevada a cabo por el Patronato cuyos integrantes (ya mencionados anteriormente) ocupan los siguientes cargos:
- Presidente: Alberto Recarte
- Secretario general: Guillermo Gortazar
- Patronos: José Antonio San Gil y José Ignacio Salafranca
Todas estas personas han aceptado los cargos oficialmente. En los Estatutos de la propia fundación está determinado todo lo relativo a su gestión, el tipo de organismo que es, sus funciones etc. De acuerdo al reglamento aprobado por Real Decreto sus competencias quedan relegadas al Departamento de Cultura, ya que los fines de la Fundación Hispano-Cubana se consideran culturales y de interés general. La dirección oficial de la Fundación se encuentra en Madrid, en la calle Orellana, nº 1, piso 3 D, donde se puede acudir en caso de necesidad o en busca de información. El Patronato también está en el mismo sitio, desde donde dirigen la entidad.
La importancia de este tipo de organismos
Sin lugar a dudas, este tipo de organismos son los que cimentan una buena relación entre países y ayudan a los ciudadanos a comprender la historia y a relacionarse entre diferentes pueblos. Desde mi punto de vista, vivimos en un momento algo recesivo en lo que a la aceptación de otras culturas se refiere. En los últimos años España ha experimentado ciertos movimientos polémicos que tienen que ver con la independencia de zonas como País Vasco o Cataluña. Yo creo que siempre hay que respetar a los demás y entender los sentimientos de independencia, así como los de unidad.
España es un país con territorios muy diferentes entre unos y otros y eso le da mucha diversidad. Sin embargo, también genera comportamientos contrarios y gente que condena al “desigual”. Las organizaciones como la Fundación Hispano-Cubana son esenciales en esta sociedad para luchar contra todas esas tendencias. Hoy en día, más que nunca, es esencial tratar de comprender a todo el mundo, aprender la historia para no cometer los mismos errores y ayudar a los demás.
En Cuba, por otro lado, también existe desigualdad y abusos de poder. Al formar parte de la América Insular tiene mucho turismo y también ha absorbido diferentes costumbres de diferentes culturas. Ambas naciones son hermosas y no se podría concebir la una sin la otra, así que desde aquí invito, tanto a españoles como cubanos, a que exploren su propio pasado, que olviden la beligerancia y que abracen como a hermanos a quienes hace algo más de un siglo fueron compatriotas.